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«En realidad Vallejo es un poeta sumamente cerebral» afirma Jean Franco «que en sus poemas demostraba la manera en que se había construido una metafísica.» (Franco 1988: 575). Efectivamente, Vallejo realizó una experiencia de reflexión con su poesía, desde su poesía. Ahora bien, por un lado creó una metafísica, por otro incorporó el lenguaje llano --para que hable la afectividad. Esta unión de opuestos, es el principio artístico de la poesía de Vallejo. Detallemos. Consiste en el empleo de vocablos heterogéneos que aparecen en enumeraciones cercanas al flujo libre de la conciencia --así invoca, insinúa, una metafísica sui generis--; mejor, una antropología histórica del lenguaje[ii] Aquí estoy haciendo mención a las leyes del verso que estructuran el poema. Dos fuerzas antagónicas están en relación: a) se rompe la linealidad lógica; b) se refuerza la cadena comunicativa. Cualquier lector --en principio-- es capaz de comunicarse con Vallejo. Explicarlo es ya otra tarea.

    

    Mi hipótesis es la siguiente: en Poemas humanos se puede destacar un conflicto ideológico.

    Como es de todos conocido, Vallejo se adhiere al marxismo a partir de 1928. En El arte y la revolución[iii] (1973b) se delinea una dirección estética: el arte socialista. Es un arte donde prevalece la sensibilidad, la autenticidad, sin hacer resaltar la razón razonante o de partido; sin dar paso a las formas sólo hábiles o de «trance espectacular» (p. 29). Este arte señala el futuro, habla por boca de todos. Pero Vallejo no nos remite al concepto tradicional de lo universal. Lo que sustenta este concepto es esencialmente la socialización de la vida (p. 37). El arte socialista, no obstante la división de clases, se ha manifestado, sigue y seguirá manifestándose al servicio de todos los hombres[iv]. Este arte no es de consigna; más bien el arte de consigna es el arte bolchevique (pp. 26-27) y también el arte revolucionario (pp. 24-25), los que están al servicio de la lucha de clases. Vallejo llevó los postulados del «arte bolchevique» y del «arte revolucionario» a su obra de teatro Lock Out [v] y a su novela El tungsteno[vi] Pero no a su poesía. Vallejo es poeta denso, tenso, extremo. Poeta que desestabiliza los sentidos y que deconstruye los materiales lingüísticos. Sin embargo, lo anterior es potestad de la gran poesía moderna desde Baudelaire, Lautréamont, Rimbaud y Mallarmé. ¿Dónde entonces reside lo singular de la poesía póstuma de Vallejo? En la intensidad dramática. Y la invención, la innovación, la exploración no están al servicio solamente de iniciados (Yurkievich 1984: 41); están al servicio de todos (Paoli 1988: 218-219).

    Sobre el proceso del conflicto ideológico. Tengo que referirme a «Notas sobre una nueva estética teatral», fechadas en diciembre de 1934, donde Vallejo quiere establecer las bases de un teatro no realista --está rompiendo con el realismo de Lock Out--. Guido Podestá, al respecto, se pregunta: «¿Qué tenía que ver esa definición con sus obras teatrales de 1930? Parecía tratarse de un viraje hacia el simbolismo o hacia las corrientes de vanguardia.». Al final de su estudio, Podestá concluye: «su nueva estética teatral es una teoría construida en un momento extremadamente complejo y en diálogo con las corrientes artísticas más activas de la época. Su teoría no es de ninguna manera la suma de sus simpatías, sino la formulación de un proyecto original y no menos político.» (Podestá 1985: 58 y 72). Cabe mencionar también el hecho de que en 1934, entre el 17 de agosto y el 1° de septiembre, durante el Primer Congreso de Escritores Soviéticos, se proclama el realismo socialista. Vallejo en diciembre de este año 1934 escribe sus extraordinarias «Notas sobre una nueva estética teatral». En suma: probablemente enterado de la imposición de la doctrina del realismo socialista ¿esas notas no estarían manifestando su rechazo?

    En 1935, entre el 19 y el 24 de junio, se le invita a Vallejo --pero no como expositor-- al I Congreso Internacional para la Defensa de la Cultura[vii] que se convoca en París. Es de suponer que allí se enteró del intento de propagar el realismo socialista en el mundo occidental[viii]. En ese congreso las tesis fueron expuestas --entre otros, como Aragón-- por los soviéticos Fiodor Panfiorov, Mijaíl Kolzov y Vladimir Kirschon. Este último define así el realismo socialista: «Nuestro método del realismo socialista hace posible plasmar los héroes del socialismo y sus obras. Las obras representarán la verdad inferior del caos capitalista. Representarán a los luchadores gloriosos contra el capitalismo.» (En Aznar Soler 1987: 446). Fiodor Panfiorov se hace la pregunta: «¿Y qué es el realismo socialista?». Y responde: «El realismo socialista, dice el Estatuto de la Asociación Soviética de Escritores, ‘que el método principal de la literatura artística y de la crítica literaria soviética, exige del artista una representación verídica e históricamente concreta de la realidad en su desarrollo revolucionario’.» (En Aznar Soler 1987: 167). Parvo esquema ideológico. Dictados de tendencia partidarista que sojuzgan el arte.

    He sugerido que Vallejo pudo haberse enterado de la adopción --por parte de los escritores rusos-- de la «escuela» del realismo socialista ya en 1934, y en París mismo. Quiero que se me permita transcribir dos notas que aparecen en su Carnet de 1934, que se incluye como uno de los apéndices de El arte y la revolución; libro editado recién en 1973. La primera nota --de la cual solamente reproduciré un pasaje-- nos mostraría la implicancia ética, mejor: la falta de ética de la política estanilista; la segunda nota --que transcribiré en su

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